sábado, 7 de marzo de 2009

¡Qué fácil es vengarse!

Mi prima Roser estudió enfermería. Estuvo trabajando en un hospital de Tarragona hasta que nació su cuarto hijo. Como ya son mayores los chicos, y estamos en crisis, hace unos meses decidió emprender de nuevo su actividad como enfermera. La llamaron de una clínica privada muy cerquita de su casa. Le hicieron un contrato de sustitución, hasta que la persona "dueña de esa plaza" se incorporara al trabajo, porque estaba de baja por una enfermedad seria, según le dijeron los directivos del hospital.
Al enterarse que mi prima había ocupado su plaza, esta persona se dio de alta inmediatamente, para que a mi prima le rescindieran el contrato. El motivo, según me dice Roser, es que el maridos de mi prima y el de la otra enfermera se enfadaron hace muchos años, cuando eran jóvenes. Parece mentira que haya personas que guardan rencor después de tanto tiempo, y hagan cosas parecidas a las que acaba de contar.

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