sábado, 27 de octubre de 2007

El respeto a los mayores

Hoy mientras compraba en un establecimiento público, ha llegado una chica joven, tendría unos 15 ó 16 años. Al llegar al establecimiento, no dice ni buenos días, se dirige hacia la dueña del establecimiento, una señora mayor de unos 70 años, y le dice sin mediar palabra:
-Eres una ladrona sinvergüenza, me has quitado 50 €.
La tendera le dice:
-¿Qué dices?
-Se me han caído los 50 € aquí, y tú los tienes.
-Pero, si yo no he visto nada.
-Eres una ladrona, me los has quitado porque yo no los tengo.Al ver cómo trataba a la señora y apreciar la falta de educación, le digo a la chica:
-¿No te da nada tratar así a una señora mayor, que puede ser tu abuela así?
-Ésta es una ladrona, y no se merece que la trate bien, se merece ser tratada como un perro.
Se dio media vuelta y se fue del establecimiento echando fuego por la boca.¿Dónde vamos a llegar? Hace 20 años una escena como ésta era inconcebible, porque llegaba a oído de nuestros padres, y como mínimo nos acompañaban a pedirle disculpas a la persona insultada.

domingo, 21 de octubre de 2007

A Pasqual Maragall

Molt honorable Senyor:
A través de los medios de comunicación me entero, con tristeza, que usted sufre la terrible enfermedad del alzheimer. Todos los que tenemos un familiar con esta dolencia, sabemos lo mal que lo estará pasando usted y todos los que están a su alrededor. El enfermo, llega un momento, que no se entera de nada, pero sus más allegados, los cuidadores, lo pasan muy mal.
Leo en los periódicos que usted dijo en una rueda de prensa: “Hicimos los Juegos Olímpicos, hicimos posible el “Estatut” y ahora iremos a por el Alzheimer” Eso me da mucha alegría, porque se le ve dispuesto a luchar contra la enfermedad.
Permítame una petición, Senyor Maragall, cuando pueda, hable con Zapatero, a usted le hará más caso, para que agilice la ley de Dependencia. A los familiares de enfermos de alzheimer y otras dolencias nos vendieron la ley diciendo que entraría en funcionamiento el día 1 de enero de 2007, y al día de hoy, todavía no se ha hecho nada, y el año está a punto de acabarse.

21 octubre 2007

Hemos celebrado el cumpleaños de mi madre. Por la mañana le han traído un ramo de flores. Al mediodía lo hemos celebrado en casa con una gran comida. Y por la tarde, a las 18 horas han venido las vecinas para felicitarla. Nos hemos tomado un trozo de tarta cada uno, después de apagar las velas y de cantarle el cumpleaños feliz. En medio de la fiesta ha venido don Francisco. Más tarde, han venido más familiares y amigos para felicitarla.

jueves, 18 de octubre de 2007

84 años

El próximo 21de octubre, mi queridísima madre cumple 84 años. Desde hace 5 años padece alzheimer, y está en la tercera fase de la enfermedad. No conoce a nadie; necesita ayuda para todo; no camina; a veces se pone un poquito “nerviosa” diciendo que se quiere ir a su casa; pero poco a poco la voy sobrellevando.
Le he preparado una fiesta para el domingo. Invitaré a todos nuestros familiares, conocidos y vecinos a un pequeño aperitivo, y después, comeremos los más allegados. He encargado una tarta y un buen ramo de flores. Como ella ha sido siempre muy elegante la vestiré de gala. Intentaré hacer unas fotos para el recuerdo.
Me he concedido la licencia de decir su edad, cuando no estaba enferma no la decía jamás, si alguien le preguntaba decía: “Desde que nací hasta ahora”.
El lunes colgaré una foto y resumiré la fiesta.

lunes, 15 de octubre de 2007

¿Por qué mentimos?


Hoy, a las 15 horas, me ha llamado un amigo por teléfono, estaba totalmente destrozado. Hace unos meses se vio involucrado en una pelea, unos descontrolados le agredieron en la vía pública. Puso la pertinente denuncia, después de patearse su provincia, y hoy ha sido el juicio. La parte contraria ha llevado dos testigos falsos, y mi amigo no ha llevado a nadie, porque confiaba en el valor de su palabra.
A pesar de no tener la sentencia, su abogado le ha dicho que ha perdido el juicio.
Oriol no entiende cómo la gente puede mentir y quedarse tan a gusto. Me ha dicho que él no vio los testigos por el lugar de los hechos, e incluso, lo que han relatado delante de juez es mentira, no tiene nada que ver con lo que ocurrió.
Yo me creo a mi amigo, y con un poco de suerte, le puede caer un par de años de cárcel, por culpa de unos testigos falsos. Yo me pregunto: ¿Por qué mentimos?, ¿somos conscientes del daño que podemos hacer al decir un falso testimonio?, ¿hacia dónde vamos?, ¿alguien dice alguna vez la verdad?, ¿Educación para la Ciudadanía estudiará este tema?
Hay un santo que dice: “No tengas miedo a la verdad, aunque la verdad te acarree la muerte”.
Al leérselas a mi amigo, se ha quedado más tranquilo.

jueves, 4 de octubre de 2007

San Josemaría, el santo de lo ordinario

El próximo día 6 de octubre la Iglesia celebrará el 5º aniversario de la canonización en la Plaza de san Pedro de Roma, del sacerdote español, fundador del Opus Dei, san Josemaría Escrivá de Balaguer.
A veces nos preguntamos por el fin de la Iglesia, uno de los muchos fines es llevar a mucha gente a contemplar la gloria de Dios, conseguir la santidad. Si agarramos un calendario, veremos la cantidad de personas, de toda condición: casados, solteros, sacerdotes, religiosos, madres de familia, etc. que han alcanzado la santidad: Santa Mónica, San Agustín, Santa Teresa de Jesús, San Juan de la Cruz, San Francisco de Asís, Santo Domingo, San Ignacio de Loyola, Santa Edit Stein, San Maximiliano, el padre Pío, etc. Son santos que la Iglesia ha reconocido que alcanzaron la santidad. Pero también hay personas en el cielo, la mayoría, que son santos y contemplan el rostro de Dios, pero la Iglesia no se ha manifestado. Estos últimos son los que no aparecen en el calendario. Podríamos decir que las personas que han alcanzado la santidad son las joyas y la corona de la Iglesia.
Si nos fijamos un poco, a cada santo le encomendamos una necesidad particular: san Antonio, encontrar pareja; san Cristóbal, los viajes; san Antonio abad, los animales; san Pancracio, el dinero; san Blas, las enfermedades de la garganta; etc. Como decía Juan Pablo II el día siguiente de la canonización: “San Josemaría elegido por el Señor para anunciar la llamada a la santidad y para indicar que la vida de todos los días, las actividades comunes, son camino de santificación. Se podría decir que fue el santo de lo ordinario”. Al leer los favores que concede a las personas que le invocan, se encuentra de todo: acercarse a los sacramentos, curación de una enfermedad, obtener el carné de conducir, encontrar trabajo, arreglar una situación familiar, etc. Porque la Obra que fundó san Josemaría se fundamenta en santificar lo ordinario: el trabajo profesional y los deberes del cristiano.
Cuando tenía 14 años tuve que emigrar con mis padres a Cataluña. Como pasa a los chavales de esa edad, decidí dejar de estudiar porque prefería trabajar. Busqué trabajo en varias empresas, no había manera. Por fin, encontré en un matadero de aves. Como no tenía estudios, mi trabajo en la empresa era de aprendiz, lo mismo mataba pollos, que extraía las heces de las aves, o cargaba camiones de pollos para repartirlos por los mercados.
En la época de vacaciones cuando venía a Jaén, jamás se me ocurría decir a mis camaradas que yo trabajaba en un matadero de aves, me daba vergüenza que mis amigos del pueblo supieran dónde ocupaba mi tiempo de 6 a 14:30 horas de lunes a sábado. Yo les decía que trabajaba en una fábrica de hilo.
Un día en Tarragona, un amigo me invitó a una conferencia que impartía un sacerdote. Éste habló del trabajo, decía que los hombres están en la tierra para trabajar, que trabajando se da gloria a Dios. Continuaba diciendo que todos los trabajos, a los ojos de Dios, son iguales, que Dios lo que mira es el amor con el que se hace esa actividad. Decía que el trabajo es como un regalo que se hace a nuestra madre, incluso después de envolverlo le pones un lazo a la caja. A mí se me abrieron unos ojos como platos. Mi trabajo en el matadero de aves me servía para santificarme, que lo importante es el amor con el que se hacía el trabajo. “Me escribes en la cocina, junto al fogón. Está comenzando la tarde. Hace frío. A tu lado, tu hermana pequeña –la última que ha descubierto la locura divina de vivir a fondo su vocación cristina- pela patatas. Aparentemente –piensas- su labor es igual que antes. Sin embargo, ¡hay tanta la diferencia! –Es verdad: antes “sólo” pelaba patatas, ahora, se está santificando pelando patatas”. (Surco 498)
Este es el mensaje que san Josemaría comenzó a difundir en los años 20 del pasado siglo, que después en los años 60 ratificaría el Concilio Vaticano II. El trabajo es un medio para nuestra santificación. “El trabajo es la vocación inicial del hombre, es una bendición de Dios, y se equivocan lamentablemente quienes lo consideran un castigo. El Señor, el mejor de los padres, colocó al primer hombre en el Paraíso, “ut opereretur” – para que trabajara”. (Surco 482) “Porque los hombres y mujeres que, mientras procuran el sustento para sí y su familia, realizan su trabajo de forma que resulte provechoso y en servicio de la sociedad, con razón pueden pensar que con su trabajo desarrollan la obra del Creador, sirven al bien de los hermanos y contribuyen de modo personal a que se cumplan los designios de Dios en la historia”. Concilio Vaticano II. Gaudium et spes. Actividad humana en el mundo.
Son muchas las personas, de la Obra y no de la Obra, que siguen el espíritu de san Josemaría en todo el mundo, porque es el santo de lo ordinario.

miércoles, 3 de octubre de 2007

El miedo a escribir se pierde escribiendo

La semana pasada estaba de compras en una librería de Jaén y apareció en el establecimiento un amigo. Gracias a Dios, me enorgullezco de tener muchos y buenos amigos. Hay un dicho por ahí que dice: “El que tiene un amigo, tiene un tesoro”. Esta persona me felicitó por lo textos de mi blog. Me decía, que como escribo de todo, a veces se ríe y otras veces se emociona. Le animé para que me hiciera algún comentario, pero me contestó que le daba mucha vergüenza, que no se atrevía, porque tenía pánico a escribir. Le contesté que eso es normal, que muchos amigos y conocidos me han declarado lo mismo, pero el miedo a escribir se pierde escribiendo.

Madelaine McCann

Estoy siguiendo la noticia de la desaparición de Madelaine McCann desde el inicio de su desaparición. He leído y escuchado de todo: “Que fue secuestrada por un desconocido”, “que los padres la mataron”, “que la fotografiaron en Marruecos”, “que los padres son inocentes”, “que los padres son culpables”, “que la madre es la asesina”, “que el padre no sabe nada”, “que los padres han ido a rezar al lugar donde está enterrada”, “que a los padres los siguen para que no les hagan daño a los otros dos hijos”, “que la policía inglesa ha sido sobornada”, “que la madre esconde algo en la mirada”, “que han encontrado sangre de la niña en un coche”, “que había sangre en la pared de la habitación del hotel” etc., etc., etc.
Yo me pregunto: ¿Estamos locos?; ¿por qué se filtran tantas noticias?; si los padres son culpables, ¿por qué no los detienen? Y por último: ¿qué papel están jugando los medios de comunicación en este caso? Cada día aparece algo nuevo en los informativos, periódicos, que no tiene nada que ver con lo del día anterior. Pensemos por un momento, si son inocentes, el mal que les están haciendo a los padres y familiares de la niña.

martes, 2 de octubre de 2007

"Toros para todos" en Canal Sur Televisión

Por mis muchas ocupaciones veo poca televisión, y no tengo ni idea de las programaciones de televisión. Ahora bien, estoy deseando que llegue el domingo y el reloj señale las 13:10 horas para ver el programa de Canal Sur Televisión: “Toros para todos”, programa que dirige y presenta Enrique Romero. Es un programa de toros, dirigido tanto a los grandes aficionados; como a los que no son tanto, pero tienen interés por el mundo de los toros. Enrique en sus comentarios utiliza un lenguaje asequible al espectador, cuando habla convence a los teleespectadores, se cree lo que está diciendo; los reportajes del campo captan el interés del televidente, porque habitualmente son temas que nunca se han tocado en esta clase de programas. En las noticias de las corridas siempre se comenta lo positivo de los toreros. A mí personalmente, me sabe a poco el programa, siempre me quedo con ganas de más toros.
Felicitar a Canal Sur por el programa y, por supuesto, a Enrique Romero.