lunes, 24 de septiembre de 2007

“Los padres han perdido el respeto a los profesores”

Como todos los días, después de comer, mientras lavo los platos, escucho las noticias de la televisión. Hoy, por casualidad, percibía la voz de Ana Blanco en el telediario de la primera cadena de TVE. El tema de una de las noticias era la nueva asignatura de Educación para la ciudadanía. La voz en off hablaba de la asignatura y de la preocupación de los padres por sus hijos en el colegio. Entre otros temas, hablaban de la falta de disciplina en clase, por parte de los alumnos. Escucho a varias personas que dan su opinión sobre el tema, de pronto, alguien dice: “La falta de disciplina en las clases, es porque los padres han perdido el respeto a los profesores”. He dejado de fregar los platos, he mirado hacia el televisor, y he visto que pronunciaba estas palabras una muchacha joven, alrededor de 30 años.
He seguido mi faena de la casa, pensando lo valiente que ha sido esta chica al hacer esa afirmación tan categórica, y en la verdad de estas palabras: “Los padres han perdido el respeto a los profesores.”
Todos los que nos dedicamos a la enseñanza, en su mayoría, pensamos lo mismo. Está demostrado que si los padres hablan mal de los profesores delante de sus hijos, la pelota se vuelve en contra de los padres y de los profesores.
Yo tenía un amigo que le decía a unos padres: “Si alguna vez vuestro hijo se queja de un profesor, no le deis nunca la razón. Lo que debéis hacer es ponerse en contacto con el profesor y preguntar qué ha sucedido, pero sin que lo sepa vuestro hijo, y cuando tengáis toda la información hablad con el chico, y aclararle la situación, porque puede estar equivocado. Y si la culpa es del profesor, decirle que nadie es perfecto, que todos nos podemos equivocar. Así nadie pierde la autoridad”.

lunes, 17 de septiembre de 2007

21 de septiembre, día mundial del Alzheimer

Leí hace unos meses unas declaraciones de Ana Palacio, exministra de Asuntos Exteriores, que decía en una entrevista que hay a lo largo de la vida una serie de circunstancias como: un cambio de trabajo, de residencia, una enfermedad o la muerte de un ser querido, que pueden cambiar o dar un giro de 180 grados a la vida de una persona.
La primera vez que oí hablar del Alzheimer fue a causa del famoso chiste de la alemana. Esta enfermedad fue descubierta por un médico alemán que se llamaba Alzheimer. También hacía y oía bromas de amigos, que se olvidaban de algo, y los demás les decíamos que tenía Alzheimer. Después me enteré que esta enfermedad la sufrió: Tarzán, Juanjo Menéndez, Ronald Rigan, etc.
El Alzheimer es el deterioro adquirido de las funciones intelectuales (memoria, capacidad para expresarse y comprender, sentido de la orientación, capacidad para razonar, etc.) que impide llevar a cabo de manera autónoma y adecuada las actividades de la vida diaria.
Mi madre al cumplir los 77 años empezó a olvidar cosas, era habitual oírle decir que había perdido: el monedero, las llaves, las gafas, algunos nombres, etc. No le hacíamos caso, es más, pensábamos que era algo normal, por la edad. Se lo consultamos al médico de cabecera y nos dijo que era falta de riego sanguíneo.
Durante los meses de julio y agosto yo me dedicaba a administrar un campamento en Cazorla. Para que mis padres descansaran me los llevaba a un hotel cercano al campamento. Esto lo hicimos durante varios años, estaban cerca de mi lugar de trabajo y descansaban con la naturaleza de la sierra. Yo tenía la costumbre de visitarlos a primera hora de la mañana, y después de charlar un rato, me dirigía al campamento para continuar la jornada laboral. Un día después de la siesta, a las 15:30 horas aproximadamente, vinieron mis padres al campamento. Mi madre estaba muy nerviosa y alterada, me preguntaba el por qué no había ido a visitarlos ese día. Yo le decía que sí, que había estado por la mañana, ella lo negaba. No la pude convencer, pero los acompañé hasta el hotel.
Al volver, el médico del campamento me dijo que mi madre tenía Alzheimer. –“He visto cómo estaba de alterada tu madre y eso es Alzheimer”. Tienes que llevarla otra vez a tu pueblo, y al estar en tu casa se serenará.” Se me cayó todo el mundo encima. Ese mismo día los llevé a mi residencia y se serenó mucho.
Pasó el tiempo, y no hicimos caso de la enfermedad. Hasta que mi madre empezó a preguntar por su padre y su madre, que hacía 50 años que habían fallecido. De vez en cuando preguntaba quién era la gente que estaba a su alrededor, seguí perdiendo toda clase de objetos, etc. Poco a poco se iba volviendo agresiva, pero muy agresiva. La llevamos al médico, y nos confirmó que era Alzheimer. Empezamos el tratamiento, y cada vez más agresiva. No quería acostarse, y se acostaba se levantaba, no le importaba la hora: las 12, las 2, 4, 6 de la mañana etc.
Lo peor de esta enfermedad es que van perdiendo facultades poco a poco: andar, hablar, comer, la vista, trastornos del juicio, desorientación del tiempo y espacio, desinterés por las labores de la casa, etc. Vas viendo como un ser querido se va apagando, y lo que es peor, no te da ni las gracias por el tiempo y cuidados que le dedicas, a veces, incluso te maltrata y te insulta.
Los médicos saben de la enfermedad, pero del día a día de los enfermos y de los acompañantes muy poco. Los acompañantes de los enfermos de Alzheimer somos los verdaderos especialistas de la enfermedad. Yo trato a mi madre como si fuera una niña de tres años: si llega la hora de comer y no quiere, lo dejo para más tarde; si dice que ha entrado un ladrón en casa, le digo que lo voy a echar, y lo echo; si pregunta por su padre, le digo que ha salido, que volverá más tarde; si me dice que avise a su hijo, lo llamo; si dice que está embarazado, le hago planes con el futuro bebé, etc.
Por parte de las autoridades autonómicas y nacionales, los enfermos de Alzheimer y sus familiares, que tenemos que acompañarlos durante las 24 horas del día, no recibimos ninguna ayuda. Se nos vendió la ley de Dependencia pero, hasta hoy 21 de septiembre, lo único que me han hecho es tomarme nota en Servicio Social de Jódar de los datos de mi madre. Por cierto, al agarrar el papel para certificar los datos leo lo siguiente:
-Fecha de entrada de la solicitud: 19-06-2007.
-Plazo máximo para resolver y notificar la resolución: tres meses.
-Transcurrido dicho plazo sin resolver y notificar, su solicitud se podrá entender desestimada. ¡Lo que me faltaba! ¡Me ha caducado la solicitud! Vuelta a empezar.
Pero todo no es malo, gracias a Dios, y como el estado no hace nada por nuestros enfermos y familiares, en toda España se han creado alrededor de 250 asociaciones de Alzheimer que representan a más de 70.000 familias. Estas asociaciones atienden a los enfermos y ayudan con la carga de la enfermedad a los familiares con: centros de día, apoyo psicológico, talleres, ayuda a domicilio, etc. En nuestro país se calcula que pueden existir unas 600.000 personas con esta enfermedad.

domingo, 9 de septiembre de 2007

No al aborto

Leo en El Mundo que un matrimonio joven descubrió que su futura hija, no nacida, tenía la espina bífida. Relatan el calvario que han sufrido pateando España para salvar a su hija. Dicen que muchos médicos la única solución que le daban era el aborto. Ellos, como cristianos, no se plantearon dar este paso. Al final, o por ahora, la historia ha cambiado, porque la niña ha sido operada en el seno de su madre, y la intervención ha sido un éxito.
A veces, tomamos decisiones muy rápidas, y eso nos puede costar más de un disgusto. Este matrimonio ha peleado contra viento y marea, a pesar de los consejos de muchos de los galenos para que la madre abortara, pero la constancia ha triunfado y han salvado a su hija.

El doctor de Gijón

Un médico de Gijón ha sido sancionado por el Servicio de Salud del Principado de Asturias. La causa del castigo es porque el doctor Luis Andrenio González trabaja un par de horas más cada día, atendiendo a sus pacientes, y porque el sábado va al centro de salud a arreglar papeles.
¿Dónde se ha visto algo parecido? Un funcionario que se toma en serio su trabajo y le sancionan. Sus compañeros de trabajo le critican, y dicen que necesita ir al psiquiatra, pero los pacientes del médico están encantados con el galeno. No quiero pensar que todo es culpa de sus compañeros, porque la envidia es muy mala.

lunes, 3 de septiembre de 2007

Recetas de cocina

En la imprenta-papelería donde compro mis libros, un día la dueña, después de hablarle de mi poca experiencia en la cocina, me regaló “Las recetas de Ana”, libro de recetas escrito por Ana Ramírez Torres
Desde ese día mi vida y la de las personas que viven conmigo han cambiado, porque ahora cocinar es muy fácil. Son recetas sencillas de hacer, se les dedica poco tiempo y con ingredientes que se pueden encontrar en cualquier momento.
El libro, como todos los libros de cocina, está dividido en apartados: sopas, legumbres, carnes, pescados, postres, etc. Si alguien tiene problemas con la cocina, como yo tenía, le animo a consultarlo y comprarlo.

domingo, 2 de septiembre de 2007

Quad

Ayer fui de excursión con unos cuantos amigos. Como somos personas que nos gusta la naturaleza íbamos por un camino rural. A lo lejos, escuchamos un ruido de un vehículo: moto, coche, quad, etc. Se fue acercando y vimos que era un quad. El conductor del vehículo al pasar por nuestro lado, aumentó la velocidad, y dejó detrás de él y delante de nosotros una capa espesa de polvo del camino.
Al rato, después de recuperarnos, comentamos que ya no se puede ir de excursión por los caminos, porque, no todos, pero estos señores van como locos por los caminos. Ya no podemos contemplar la naturaleza, porque con los ruidos, los animales huyen y los árboles se llenan de residuos de la polvareda.
Yo les pediría a los conductores que cuando vayan por un camino y vean caminantes, como mínimo, aminoren la velocidad y así evitarán accidentes y malestar por parte de los excursionistas.