Ayer, el periódico El Mundo publicaba dentro de la sección "Las cartas boca arriba" una carta de Luis María Ansón a Florentino Pérez.
Querido presidente
Vuelve, por favor, vuelve a casa antes de Navidad. El Real Madrid te necesita. Es una vergüenza nacional e internacional lo que ha ocurrido. No se puede fragilizar el prestigio del mejor club de fútbol del mundo por las trapisonderías del entorno de un presidente que perdió las elecciones, que quedó el tercero, que se encaramó antidemocráticamente en el machito, que ha provocado un colosal escándalo y que ha braceando como un náufrago en la torrentera.
Tú, querido Florentino, ganaste las elecciones limpiamente contra un presidente vencedor en la Copa de Europa. Recibiste un Real Madrid en quiebra, con los perros de la economía ladrando entre los tobillos del club blanco. Supiste superar la crisis. Resanaste la hacienda madridista, a través de una operación imaginativa que exigía audacia, poder de convocatoria, influencia y seriedad.Y, además, hiciste fichajes deslumbrantes: Zidane, Figo, Ronaldo, Beckham, que convirtieron al Real Madrid en la gran estrella del deporte mundial. Aún más. Si el club hubiera podido participar con todos sus jugadores en un Campeonato del Mundo de selecciones nacionales, lo habría ganado. Regalaste a los buenos aficionados al fútbol el arte de Zidane. No habíamos visto jugar así desde que el Atlético de Madrid fichó a Ben Barek, allá por los años 50 del siglo pasado, el gran Di Stéfano aparte.
Sé que te agobian mil trabajos y preocupaciones. Pero es tu Madrid, querido presidente. Tu vuelta calmaría las aguas torrenteras y devolvería a todos el sosiego y la tranquilidad que deben presidir los trabajos y los días de un club que simboliza las mejores virtudes de España en todo el mundo.
Vuelve, Florentino, vuelve antes de Navidad, con una Junta de uni-dad a la que tal vez podrías incorporar a Juan Palacios y al gran Villar Mir. Ramón Calderón, obligado por la Junta directiva a dimitir, teme la cárcel porque empiezan a aflorar las trampas electorales, las mordidas, los fraudes, las comisiones subterráneas de una gestión nimbada por los escándalos. Estoy seguro de que tú sabrás superar la situación tomando las medidas adecuadas para evitar el deterioro de imagen del club de tus amores y de tantos millones de aficionados en todo el mundo. El club de mis amores, lo siento, querido Florentino, es naturalmente el Atlhetic de Bilbao, único equipo que juega siempre con once españoles y que, a pesar de que hoy se gana con presupuestos milmillonarios por delante, sobrevive en Primera División, con dignidad, aunque no alcance los éxitos que le proporcionó en su día la delantera de fuego del futbol español: Iriondo, Venancio, Zarra, Panizo y Gaínza. Y antes de la guerra incivil, Lafuente, Iraragorri, Bata, Chirri y Gorostiza.
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