lunes, 26 de enero de 2009

La educación del ocio

Ignasi Bofarull, experto en Orientación Familiar y profesor de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Internacional de Cataluña, impartió el lunes día 12 de enero una sesión a padres y profesores del colegio Altocastillo. Esta sesión tenía por título: “La educación del ocio”.
Como se puede comprender es este un tema que hoy ocupa y preocupa a muchos padres de familia, especialmente a los padres de los adolescentes, que en muchas oportunidades se sienten incapaces de administrar este tiempo, por otra parte, cada vez más prolongado, con un carácter educativo y “tiran la toalla” ante la presión del ambiente y para evitar el enfrentamiento familiar. Sin ánimo de ser exhaustivos, destacamos de las ideas impartidas por el profesor Bofarull:
La gestión de este tiempo cada vez más prolongado en los alumnos representan una dificultad real para los padres para que se convierta en un tiempo aprovechado y aprovechable para el educación. Los cambios sociales: soledad de los hijos (extensos y no coincidentes horarios profesionales de padres), los estilos sociales permisivos y proteccionistas, un importante poder adquisitivo favorecedor de consumo, el deseo de autonomía absoluta por parte de los hijos, las ansias de diversión aquí y ahora promovida desde la publicidad y los mas media especialmente con los adolescentes por más indefensos, la presión de los “padres” (lo hacen todos), el policonsumo en las nuevas tecnologías (enganchados al móvil, a la red, a los juegos electrónicos,..), son dificultades reales que están presentes en la vida familiar y en el tiempo de ocio.
Los riesgos que asumen los adolescentes son preocupación para los padres, que a veces no saben qué hacer y sufren porque en este ambiente se desarrolle con frecuencia el tiempo de ocio de sus hijos. Entre estos riesgos enumeró:
Adiciones químicas (Alcohol, tabaco, drogas de diseño y otras)
Trastornos alimentarios: anorexia, bulimia, vigorexia
Adiciones psicológicas: internet, videojuegos, juego on line, movil, compras compulsivas.
Bullying, ciberbullying
Promiscuidad: incremento de enfermedades de transmisión sexual, embarazos, píldoras del día después.
Motor, velocidad, deportes de gran riesgo,...
Cómo conclusión abre la puerta al optimismo pensando que los padres sí tienen cosas que hacer. Centró las posibilidades en las siguientes, como medio para ayudar a la reflexión:
Los padres deben ser ejemplo también en el uso de su propio tiempo libre.
Favorecer un clima familiar de análisis y diálogo entre padres e hijos.
Dedicar tiempo a compartir actividades de ocio con los hijos, charlar y hacerle los planes atractivos.
Exigir a los hijos implicación en la vida familiar para que no hagan “su mundo” y se encierren en él.
Organizar un ocio de día abierto a la naturaleza,el deporte, la cultura y la prestación social.
Organizar cuando crecen:
a. Ocio de familias con otros hijos entre los que encuentren sus padres.
b. Organizar ocio con grupos de iguales, y con presencia de adultos aunque no siempre tengan que ser los padres.
En resumen Ignasi Bofarull transmitía a profesores y padres “la urgencia de prepararse para poder ayudar a los alumnos/hijos a aprovechar para bien, inmersos en las circunstancias ambientales del momento, el incremento del tiempo de ocio del que hoy dispone.

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