
Cuando ya se iba, le he preguntado si el estado anímico que reflejaba su rostro era por el tema que me había venido a comentar. Se ha girado y me ha dicho: -Me alegro que me preguntes, porque llevo rato dándole vueltas a un incidente que he me ha ocurrido en la Plaza de Santa María.
Había ido al ayuntamiento de Jaén para arreglar un asunto, y a la salida se había encontrado un pobre. Éste le había pedido una limosna. Mi amigo le dio unos euros que llevaba encima, y el pobre le dijo: -Gracias, pero ¿no tendrá usted un trabajo?
Luis ha vuelto desde la Plaza de Santa María hasta nuestro centro dándole vueltas a la pregunta: ¿no tendrá un trabajo?
Y me dice: Si yo tuviera posibilidad de ofertar trabajo, le hubiera dado un empleo a ese señor, porque se le veía en los ojos que quería trabajar y que lo necesitaba.
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