Una explosión truncó su vida el pasado miércoles en Afganistán, acabando así con sus sueños e ilusiones. Sin embargo, antes de morir el cabo Cristo Ancor Cabello pudo ver cumplido su deseo de bautizarse en el país asiático. El capellán del acuartelamiento de Herat tenía previsto cristianizar al militar grancanario esta misma semana, pero los trágicos hechos le obligaron a hacerlo en los últimos momentos de la vida de Cabello, mientras agonizaba en el hospital de Herat.El capellán le comentó que su propósito era pedir una concha bautismal a Madrid para oficiar el acto litúrgico, pero Cabello le dijo que él mismo tenía una que había comprado cuando hizo el Camino de Santiago. Y junto a ella, con la que recibió el bautismo y la confirmación, fue sepultado.
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