
Al día siguiente, me lo volví a encontrar y otra vez lo mismo. Él sacó la conversación para decirme que el diálogo del día anterior no le había gustado. Le volví a pedir disculpas, y se fue por su camino.
Lo he visto después, y no me ha hablado. Cosa que no me parece normal, porque le dije la verdad.
Se cuenta que un escritor se desplazó a París para asistir a un congreso. A los 3 días de estar en la ciudad de la luz, llamó por teléfono a sus esposa y le dijo:
-Vente lo más pronto posible a París, porque estoy muy enfermo.
La esposa agarró el primer avión que iba desde Barcelona a la capital de Francia. Al llegar al hotel y ver a su marido muy bien de salud, le dice:
-¿Pero, no estabas muy enfermo? Él le contestó:
-Me estaba empezando a enamorar de otra mujer.
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