viernes, 9 de octubre de 2009

El matrimonio que vive separado

El sábado pasado me encontré con un "amigo" que hacía tiempo que no veía. Al preguntarnos por la familia, me comentó que hacía unos días se había casado. Al preguntarle por su esposa, me dijo que estaba en Guadalajara, porque trabaja allí. Le volví a preguntar si tenían pensado vivir juntos en Jaén o en Guadalajara. Me contestó que de momento no. Le advertí, con la confianza que yo creía que teníamos, de que no era muy bueno vivir cada uno en diferentes ciudades y verse sólo los fines de semana. Mi amigo se enfadó, y me dijo que no le había gustado lo que le había dicho. Le pedí disculpas, y nos separamos.
Al día siguiente, me lo volví a encontrar y otra vez lo mismo. Él sacó la conversación para decirme que el diálogo del día anterior no le había gustado. Le volví a pedir disculpas, y se fue por su camino.
Lo he visto después, y no me ha hablado. Cosa que no me parece normal, porque le dije la verdad.
Se cuenta que un escritor se desplazó a París para asistir a un congreso. A los 3 días de estar en la ciudad de la luz, llamó por teléfono a sus esposa y le dijo:
-Vente lo más pronto posible a París, porque estoy muy enfermo.
La esposa agarró el primer avión que iba desde Barcelona a la capital de Francia. Al llegar al hotel y ver a su marido muy bien de salud, le dice:
-¿Pero, no estabas muy enfermo? Él le contestó:
-Me estaba empezando a enamorar de otra mujer.

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