domingo, 28 de septiembre de 2008

Te has despedido sin aspavientos

Carta que le dirige hoy, 28 septiembre, en El Mundo Luis María Ansón.
Querida María...
Te has despedido con la discreción que adornó siempre tu actividad política. Sin ruidos ni aspavientos. Eres el símbolo de la decencia política, de la coherencia de ideas, del valor personal. Pocas personas han concitado en la vida política española tantas adhesiones personales como tú. Desde luego, tienes la mía.
Tu formación universitaria en filología bíblica respalda la seriedad y la responsabilidad de tu vida política. Tuviste la grandeza de retirarte de la actividad pública por tu falta de confianza en Mariano Rajoy, cuando el líder del Partido Popular cruzó las fronteras de la ambigüedad para situarse en la lucha contra Eta y en la denuncia de los abusos del Partido Nacionalista Vasco, en posiciones por ti no compartidas.
Detrás, querida María, dejas una vida política de éxitos fulgurantes. No eres una mujer fruto de las cuotas. Tu crédito personal se basa en el rigor, la capacidad, la coherencia y la comunicación con el ciudadano medio. Paso a la mujer que se abre paso. Te vamos a echar de menos y no sólo los populares, no sólo los socialistas, no sólo los vascos a los que representas, sino también los que no somos otra cosa que escritores independientes, intelectuales que rinden culto a la verdad, porque es la verdad lo que nos hace libres.
Hasta pronto, María. Dios escribe derecho con renglones torcidos. Y tu ejemplo personal encenderá los escenarios futuros.

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