En Jaén, cada dos años, se celebra el Simposio san Josemaría. La primera vez que asistí fue hace dos años, y en esa ocasión tenía por título: "San Josemaría y la Familia. La transmisión de la fe en la familia". En esta cuarta edición, un tema muy candente: " La dimensión social de la vida y las enseñanzas de san Josemaría". Yo creo que los organizadores no han buscado este tema por la crisis económica, sino que ha dado la casualidad. Me cuentan que la inauguración del simposio, ayer por la tarde, por la alcaldesa de Jaén, Carmen Purificación Peñalver, muy bien, así como la primera conferencia.
Hoy por la mañana he estado un buen rato. He asistido a varias ponencias. Es una pena que no haya podido quedar a las sesiones de la tarde, porque participaban personas que tengo mucha amistad desde hace muchos años. Me informaré por la prensa y leeré las actas del simposio.
Lo que me ha chocado, o mejor dicho, me ha ratificado lo que yo ya pensaba y veía, ha sido la conferencia de don Silverio Agea, Secretario General de Cáritas en España. Que ha tomado la palabra después de la intervención del obispo de Jaén, don Ramón del Hoyo. Silverio después de manisfestar que Cáritas es una ONg de la Iglesia católica, y que el representante en cada provincia es el obispo de la diócesis, este miembro de la ONg ha hablado de los momentos de crisis económica en los que nos encontramos. Ha dicho que hoy en España los que más la sufren son los más pobres, que hay mucha gente por debajo del nivel de pobreza, porque recibe menos de 575 € mensuales. Y ha dado a conocer que los indigentes se acercan a todos los centros de Cáritas de nuestro país para pedir toda clase de ayuda, pero sobre todo comida. El señor Agea ha manifestado que varios ministros del gobierno español, le han dicho que Cáritas está haciendo una labor importantísima es nuestra sociedad siempre, pero más en estos momentos de recesión. Por último el representante de Cáritas ha hablado de la encíclica del Papa "Deus Caritas est" y ha manifestado que la primera caridad es el prójimo.
Después de la intervención del Secretario General de Cáritas me he acordado de los que critican a la Iglesia y a los obispos. ¿Verán con buenos ojos que la iglesia ayude a los más pobres en estos momentos de crisis?
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