viernes, 7 de noviembre de 2008
Atentado en la universidad de Navarra
Todos los años acostumbro a retirarme del ruido unos días por estas fechas. Es un espacio de tiempo que dedico, como les digo a mis amigos, a revisar “el coche” de mi vida. Aprovecho para leer, reflexionar, meditar, etc, pero sin periódicos, radio, televisión, y elementos que me puedan distraer. Hoy al volver al trabajo, un compañero me ha hablado del atentado en la Universidad de Navarra. Yo le he dicho que ocurrió en el año 2002, y él me ha mirado con cara de extrañado, y me ha contado lo ocurrido la semana pasada. No me lo podía creer, ¡otra vez! Como soy “alumni”, antiguo alumno de la Universidad de Navarra, he decidido recurrir a las fuentes, y he visitado la página web de la Universidad para informarme de primera mano. Después de dar gracias a Dios, porque no ha habido desgracias personales, lo que me ha llamado la atención es que en las noticias del atentado no se falta a la caridad hacia los señores que lo han cometido, es más, leo la carta que el obispo del Opus Dei le dirige al rector de la Universidad y le habla de perdonar. Mons. Echevarría sugiere en su carta que sea ocasión de rezar y expresión de perdón. La máxima autoridad de la Universidad de Navarra se une al deseo de lograr “una convivencia social justa y equilibrada, sabiendo respetar a todas las personas y contribuyendo a la paz en el mundo entero". Finalmente, el Gran Canciller recuerda que estos momentos son para los cristianos una oportunidad de convertirse en "sembradores de paz y alegría". Creo que es un ejemplo que tendríamos que seguir en ocasiones parecidas.
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