He seguido por los medios de comunicación "el antes y el después" del festival de Eurovisión, respecto a la representación española. Antes del festival nadie dijo nada, nadie quiso mojarse. Simplemente se hablaba de Soraya y de su carrera artística desde que participó en Operación Triunfo.
La noche del festival que se celebró en el polideportivo "Olimpiiski" de Moscú, nuestra representante actuó en último lugar con "La noche es para mí", y quedamos clasificados en penúltimo lugar, empatados con Finlandia. Empezaron las críticas.
No me parece bien, porque eso es hacer leña del árbol caído. Hay algunos críticos que han dicho que el representante del año pasado lo hizo mejor, porque quedamos clasificados más arriba en la tabla.
Este año, según mi opinión, el nivel artístico del festival ha sido muy bueno, a mí personalmente, me ha gustado más que otros años. Creo que los distintos países han elevado el nivel del mismo. Como ha subido el nivel, la competencia es más fuerte, y más difícil de decidir el ganador. Soraya, no me gustó, no miró a la cámara ni una sola vez, y eso me parece fundamental.
El representante noruego Alexander Rybak con Fairytale lo hizo muy bien, y se llevó el público y al jurado por delante. La canción ganadora, "Cuento de hadas" tenía garra, y desde el principio se veía que acabaría en un buen lugar, como lo certificó el jurado de Europa. También me gustaron mucho las canciones de Francia con Patricia Kass,"Et s'il fallait le faire" y del Reino Unido.
Televisión Española debe de preguntarse porqué en los años 60 y 70 e incluso 80 estábamos a la altura: Julio Iglesias, Raphel, Karina, Mocedades, Sergio y Estíbaliz, Beti Missiego, Massiel, Salomé, etc. y ahora no lo hacemos.
Como somos incapaces de ganar, y de hacer un buen papel en Eurovisión, hagamos lo que hace Italia, no participa. Así nos evitaremos los berrinches.
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