Mi amigo me ha comentado que recibió el borrador de la declaración de renta. Se lo miró y tenía que pagar 180 €. Se extrañó un poco, porque todos los años le han devuelto dinero, pero dijo: "Algún día que tocaría pagar". Antes de confirmar el borrador se lo llevó a un gestor para que le echara un vistazo. Pues el resultado ha sido que en vez de pagar 180 €, a Pepe le tienen que devolver 208 €. La agencia tributaria no había tenido en cuenta que la madre de Pepe vive con él.
No hay que fiarse de nadie, ni de la agencia tributaria.
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