Leo en el periódico El Mundo del día 4 de abril, una entrevista a Corrado Augías, historiador, escritor y periodista. A lo largo de la conversación con el periodista hace una serie de afirmaciones que me gustaría matizar. Como no quiero hacerme pesado sólo comentaré cuatro.
1. Corrado afirma lo siguiente: "La iglesia triunfante de hoy no tiene nada que ver con el cristianismo que predicaba Jesús" . Simplemente recordarle que la iglesia triunfante es la iglesia de los que ya gozan de la visión de Dios, los que ya han muerto. La iglesia de los que estamos todavía en la tierra, que es a la que él se refiere, se llama iglesia militante.
2. "La fe y la razón no sólo no van unidas, sino que, en contra de lo que dice el Papa, no deben de ir unidas". En la encíclica de Juan Pablo II "Fides et ratio", el papa dice que la razón necesita de la fe, y la fe de la razón, que pueden ir juntas .
3. "Yo creo que la interpretación espiritual de la resurrección de Jesús es mucho más fuerte que la resurrección física". No podemos tocar, por las buenas, el fundamento de la fe cristiana, como es la resurrección del Señor. Jesús resucitó con su cuerpo y con su alma, tal como dice la Iglesia. San Pablo dice en una de sus cartas: "Si Cristo no resucitó, vana es nuestra fe". Copio un texto del Nuevo Testamento, es la aparición de Jesús a los apostóles después de resucitar, se aprecia que Jesús resucitó con su cuerpo: "Mirad mis manos y mis pies: "soy yo mismo". Palpadme y comprended que un espíritu no tiene carne ni huesos como veis que yo tengo". (Lucas 24,39).
4. "Lo que ocurre es que lo que los fieles católicos saben de su propia religión es poquísimo. Saben cuatro fábulas mal hilvanadas". Me viene a la cabeza los nombres de muchísimos fieles que han participado de la iglesia a lo largo de los siglos, le voy a enumerar sólo siete: San Agustín, Santo Tomás de Aquino, Santa Teresa de Jesús, San Ignacio de Loyola, Calderón de la Barca, Teresa de Calcuta, Juan Pablo II. Si esos saben poquísimo Corrado Augías tiene toda la razón.
Es muy fácil hablar, pero tenemos de pensar que nos pueden enmendar la plana.
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