La pedofilia

En estos días cercanos a la Semana de Pasión, en todos los medios de comunicación se habla de los casos de pedofilia que han salpicado a algunos sacerdotes de la iglesia católica.
En primer lugar quiero expresar mi más enérgica repulsa hacia estos actos, porque como dice Jesucristo en el evangelio: "Y el que recibe a un niño como este en mi nombre a mí me recibe. Pero el que escandalice a uno de estos pequeños que creen en mí, más le valdría que le colgasen al cuello una piedra de molino, de las que mueve un asno, y lo arrojases al fondo del mar". (Mt 18, 5-6)
Es una pena que por unos pocos casos, que como ya he dicho antes, no tendría que haber ninguno, se critique a toda la iglesia, desde el papa hasta el último cristiano que haya en el país más recóndito del mundo.
Yo creo que esto es una campaña, muy bien organizada, en contra de la iglesia, porque también ha habido casos de pedofilia en otras instituciones de enseñanza, deportivas, culturales, e incluso en las mismas familias, y no se ha armado tanto revuelo. Sólo nos tenemos que fijar en la insistencia que ponen en implicar a Benedicto XVI, argumentando toda clase de teorías: "Cuando era obispo alemán ..., cuando presidía la sagrada congregación para la doctrina de la fe..., ahora que es papa..., etc.
La iglesia lleva veintiún siglos caminando, y ha pasado por peores campañas y situaciones que esta. Lo único que tenemos que hacer los cristianos es rezar y dar ejemplo de vida.
Y para los que han orquestado esta campaña decirles: "El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra".