Desde que se iniciaron los trámites para la reforma de la ley del aborto, vengo diciendo que son muchos los militantes y votantes socialistas que están en contra de la reforma de la ley, osea, que están a favor de la vida.
Hay un pequeño grupo dentro del PSOE, que son los únicos que están a favor de la cultura de la muerte, pero estos tiran de todos los demás.
Me ha dado mucha alegría la fortaleza del concejal del pueblo de Paradas al presentar su dimisión de todos sus cargos ante Zapatero y la secretaria de organización del PSOE, por estar en contra de la reforma de la ley, argumentando que no quiere que su nombre aparezca junto al de una organización que legitima la muerte de inocentes mediante la aprobación de leyes injustas.
Creo que es algo que le honra a Joaquín, y como él, deberían de hacer más militantes del PSOE que opina lo mismo, pero no lo hacen, quizá, por miedo a perder el cargo.
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