lunes, 25 de febrero de 2008

Voy a rezar por ti

Hoy he asistido a una conversación entre dos amigos. Pedro, uno de ellos había mantenido una conversación telefónica con un compañero de profesión, que hacía varios días que no acudía al centro de trabajo, porque estaba enfermo, sin poder moverse. Después de interesarse por su salud y familia, habían comentado algunas noticias de actualidad. Pedro le ha dicho a su amigo que iba a rezar por él, para que su enfermedad no fuera grave, y lo pudiera llevar, a pesar de los dolores, lo mejor posible.
Antonio, mi otro amigo, le ha recriminado su actitud a Pedro: -¿Cómo se te ocurre decirle que vas a rezar por él? ¿No te da vergüenza decir eso?
Pedro le decía que las palabras que él había utilizado las decía de corazón, y que no le importaba decirlo delante de nadie, porque rezar no es nada malo, que todo el mundo ha rezado, alguna vez cuando ha tenido cierta necesidad.

No hay comentarios: