lunes, 28 de mayo de 2007

Educación para la ciudadanía

Un amigo, Juan Manuel Camacho, ha publicado este artículo en el periódico Viva Jaén.

Con ese nombre, parece una asignatura interesante y hasta imprescindible ésta que se ha inventado el Gobierno y que afecta a todos, también a los padres y alumnos de Jaén. Desde que se habló de ella muchos colectivos la han rechazado porque parecía que nacía con visos de ser más bien materia de adoctrinamiento moral y político a disposición del político de turno que lleve el mandato. Y de inmediato empezaron las coletillas: que si los que se oponían eran fachas, retrógrados, anticuados, peperos, etc. Pero como todo, al final el tiempo pone a cada uno en su sitio y ya hemos visto esta semana con nuestros propios ojos, y nada menos que en la web oficial del Ministerio de Educación, un avance de lo que se avecina. Recomienda el Gobierno que en los colegios se lean libros como "Alí Babá y los 40 maricones", todo un bestseller infantil de posturas gays e incitación sexual a menores. Pero no queda la cosa ahí, pues también se recomienda la "Guía gay para el sexo seguro", con consejos e ilustraciones pornográficas muy explícitas para el autogozo sexual infantil, y hasta el "Vídeo gay con artísticas fotografías", por si quedaba alguna duda. Todo en detrimento de la familia tradicional, la del hombre se junta con mujer y tienen niños y niñas… vamos, vamos, los más raros del mundo. Esto nos pone a la vanguardia de la educación en Europa, donde ya de por sí estamos para presumir. Y luego está esto nuevo que llaman "educar en valores", donde se instruye a los niños en la aceptación de la eutanasia, el 'derecho' al aborto y se habla del concepto paz atreviéndose a decir que la Transición española fue un error porque supuso aceptar pasar página. Quién da más. Realmente la asignatura "Educación para la Ciudadanía" recoge los principios que promulga el radical Gobierno de Zapatero, queriendo desentrañar fantasmas del pasado, ajustar cuentas y hasta lavar las conciencias de los niños para hacerlos manipulables el día de mañana cuando estén en edad de votar. Se atreven a pregonar que hay que sacar la asignatura de Religión de los colegios y ahora sabemos que es para ellos enseñarnos la suya propia. Una indecencia moral porque es a los padres a quienes, por derecho constitucional, corresponde la educación de los hijos. Lo que está pasando es todo un disparate, de lo peor que hemos visto en España en los últimos años. No se adivina a entender qué pretenden nuestros actuales dirigentes. Andan rebuscando lo que no existe y, así, cuando Esperanza Aguirre propone copiar el modelo francés de que por educación y respeto a los profesores hay que hablarles de usted, el socialista Simancas suelta la perla de que "el PP pretende con esa medida dejar claro quienes están llamados a mandar y quienes a obedecer y hoy día nadie tiene que arrodillarse ni ante la nobleza, ni ante el poder" (Simancas dixit). Vaya manera de torcer las palabras, de buscar una relación directa a los tiempos de Franco. A lo mejor Simancas prefiere que los profesores de España sigan dedicando -como ellos mismos han dicho- el 80% de las clases a imponer orden en vez de a enseñar. A lo mejor Simancas prefiere que sigan en aumento las bajas psicológicas del profesorado por depresión y hasta las agresiones entre escolares. Cuando les llegue a mis hijos el momento de la Educación para la Ciudadanía espero que me permitan acogerme al derecho constitucional de la objeción de conciencia. Es necesario que los militantes del PSOE en España provoquen una catarsis interna en el partido y lleven hasta los puestos más importantes a personas con un sentido más moderado y de concordia que los actuales dirigentes de talante radicalizado.

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