domingo, 2 de mayo de 2010

A Juan Luis Navarro

Leo en el periódico El Mundo en la sección "Doce más una", una entrevista que le hacen al presidente del Comité de Empresa de Ford, Juan Luis Navarro. La entrevista no tiene desperdicio, no se puede esperar menos de un sindicalista de un país donde tenemos el mayor índice de paro de toda Europa, el 20%. Pero lo que más me ha chocado ha sido la respuesta a la pregunta: "Menos para el parado, ¿por qué los lunes empiezan los domingos?". El entrevistado responde:"Porque el trabajo es una maldición. Trabajar no es el estado ideal del hombre. El domingo, de pronto, te debes acostar porque al día siguiente... Mal asunto. No tiene arreglo".
Señor Navarro me da mucha pena que toda su vida laboral sea una maldición. Yo creo que no opinan lo mismo los 4.612.700 desempleados que tenemos en España. Si usted no puede soportar esta maldición, deje su trabajo a uno de estos señores, y él se lo agradecerá eternamente.
El trabajo es testimonio de la dignidad del hombre, y medio para mejorar la sociedad en la que vive. Es ocasión de desarrollo de la personalidad, es motivo para relacionarse con otras personas, es fuente de recursos para sostener a la familia, etc. En una palabra, el trabajo, el que sea, es una manera realizarse uno mismo.
Le puede ayudar a hacer mejor su trabajo, pensar que es como un regalo, que usted debe de hacer a su esposa. Lo debe de hacer y acabar lo mejor posible, e incluso al final de la jornada ponerle un "te quiero".

1 comentario:

Anónimo dijo...

Suscribo totalmente su artículo. Pienso que el trabajo, además de todo lo que ha dicho V. perfecciona a cada uno y a los que se relacionan con él en el trabajo. Personalmente me lo paso de maravilla trabajando y con mis compañeros, somos una piña. Enhorabuena, Gabriel.