lunes, 5 de abril de 2010

La mezquita-catedral de Córdoba

Por los medios de comunicación me entero que unos musulmanes austríacos han entrado en la mezquita-catedral de Córdoba, y las fuerzas de seguridad los han expulsado por ponerse a rezar en este templo cristiano.
Al principio me extrañó un poco la noticia, porque yo creo que por rezar no se le puede expulsar a nadie de ningún sitio. Puedo rezar en el mercado, en el ayuntamiento, en la calle, en el congreso, etc, y nadie me puede decir nada. Cuando uno reza no hace falta que se entere nadie.
Ahora bien, sigo leyendo la noticia, y me entero que estos señores no rezaban personalmente, sino que en grupo y con los instrumentos que su religión les exige.
Esto ya me parece un poco inadecuado, porque a mí no se ocurriría rezar el rosario, en grupo, en una mezquita, o en templo budista.
Hay gente que habla de ser condecendientes, y compartir el culto en la catedral de Córdoba. Siempre pasa lo mismo, la iglesia católica es la que siempre ha de ceder.
Yo les diría a todas estas personas que entraron en la catedral lo siguiente: "Allá donde fueres, haz lo que vieres." También recordarles, que se debe de respetar las otras religiones, y sobre todo los lugares de culto.

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