jueves, 13 de marzo de 2008

La fiesta de la primavera de Jaén

Mi prima es profesora de Lengua y Literatura en un instituto de secundaria de un pueblo cercano a Jaén. El día 13 de marzo apareció en su despacho un alumno de 2º de Bachillerato que quería hablar con ella. Mi prima lo atendió lo mejor que pudo, y le enseñó el examen que el alumno había hecho unos días antes. Antes de marcharse le comunicó a la profesora que sus padres querían hablar con ella el día siguiente por la mañana. La profesora le dijo que no podía atender a los padres, porque el viernes no iba a trabajar, tenía que llevar a su hijo pequeño a una revisión médica. El alumno insistía tanto, que mi prima cedió, y les citó a él y a sus padres el viernes a las ocho de la mañana. El alumno, al oír las ocho de la mañana, le dijo que no podía, que tendría que ser más tarde. Isabel insistía que más tarde no podía, por la revisión del niño. El alumno no cedía. Al final le preguntó porqué no podía a esa hora, y el alumno le contestó que iba a ir a la fiesta de la primavera de Jaén, y a las ocho no estaría levantado. Mi parienta dejó al alumno con las palabras en la boca, y cuando iba por el pasillo decía: “Dile a tus padres que nos veremos después de Semana Santa.”

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