jueves, 13 de marzo de 2008

El niño pobre y el niño rico

Hoy me han contado una historia que jamás había oído.
Había en un pueblo un niño rico. Todos los días iba a rezar delante del sagrario y le decía al Señor: “¿Dime qué me sobra?” Un día decidió dejarle al Señor el bocadillo que tenía preparado para el recreo. A ese mismo lugar, llegaba todos los días un niño pobre. Este joven no tenía para comer. Le pedía al Señor comida, y un día se encontró el bocadillo del niño rico.
El que me ha contado la historia decía que para poder comer el pobre, el rico tiene que desprenderse de lo que tiene.

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