
Señor Gala, el lugar donde iban las almas de las personas que fallecían antes que Jesucristo viniera a la tierra, es el seno de Abrahán. Usted se equivoca y le llama limbo. Jesucristo en el evangelio dice: "Sucedió, pues que murió el pobre y fue llevado por los ángeles al seno de Abrahán; murió también el rico y fue sepultado." (Lc 16, 22). El número 637 del Catecismo de la Iglesia Católica dice: "Cristo muerto, en su alma unida a su persona divina, descendió a la morada de los muertos: Abrió las puertas del cielo a los justos que le habían precedido".
Que las almas de los no bautizados iban al limbo, no era dogma de fe; que Cristo después de resucitar bajó a los infiernos, donde estaban los justos que lo habían precedido, es dogma de fe, está en el Credo. La palabras "seno de Abrahán", "infierno" y "morada de los muertos" en este contexto son sinónimas.
Antonio, le pido que respete las creencias de los demás, porque estamos en un país democrático: "Bueno, no sigo: no tengo ya edad para tanta bobada..."
Antonio, le pido que respete las creencias de los demás, porque estamos en un país democrático: "Bueno, no sigo: no tengo ya edad para tanta bobada..."
Y por último, darle un consejo. Antes de hablar de lo que no conocemos debemos de informarnos bien, porque podemos meter la pata. Yo creo que usted, antes de hablar de religión, debería de consultar el Catecismo de la Iglesia Católica, que ahí está casi todo.