jueves, 3 de abril de 2008

"Señor a acostarme voy..."

A los pocos días de fallecer mi queridísima madre, decidí hacer un recordatorio. Reconozco que es algo que no se lleva, pero creo que es bueno para rezar por ella, aunque intuyo que no lo necesita, pero, por si acaso. Empecé a repartirlos entre mis familiares, amigos y conocidos. Todo el mundo al ver la imagen de la Virgen me preguntaba de dónde la había sacado. Les decía que desconocía el autor, lo único que sabía, es que un amigo que ahora vive en Granada, la tenía en su despacho en el colegio donde trabajo. A mí me pasó lo mismo la primera vez que la vi, me quedé maravillado de la belleza de la Virgen y de la cara del niño. Después de contarle la procedencia de la imagen, me dicen si tengo otra para ... y les facilito otro recordatorio.
Pero la cosa no queda aquí. Cuando vuelvo a ver otra vez a la persona, que le he dado los recordatorios, me hablan de la oración que hay detrás del mismo. Las personas mayores me dicen que cuando eran niños la rezaban, y los jóvenes me dicen que es una oración preciosa. Pero hay algo común en todos, que rezan todos los días la oración desde que yo les di el recordatorio. Esto me llena de alegría porque veo que este recordatorio, que he hecho con tanto cariño, ha servido para que mucha gente se acerque más a la Virgen y al Señor.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me ha encantado la oración, yo también la voy a rezar.