La jueves pasado, día 30 de septiembre, los amantes del ciclismo y del deporte en general, nos despertamos con la noticia que Alberto Contador, tres veces ganador del Tour de Francia, había dado positivo en un control antidopaje el día de descanso de la prueba francesa.
Se había encontrado en el análisis de orina un anabolizante llamado clembuterol. La cantidad, mínima, 0,00000005.
Como aficionado al deporte y seguidor de Contador, he leído y visto casi todas las noticias que han aparecido al respecto. Destacar que la prensa francesa y la inglesa, como siempre, condenando, antes de celebrar el juicio.
Pero volviendo a lo que he leído sobre el tema. Alberto en la rueda de prensa posterior a la noticia del dopaje, dijo que la causa del positivo era un filete contaminado, comprado en Irún, por un amigo del cocinero del equipo, y que llevó consigo a Francia. Yo, en un primer momento, pensé que la carne estaba en mal estado, pero no es así, la carne estaba perfectamente, lo que tenía era que el granjero había suministrado a su vaca el clembuterol, producto prohibido por la Unión Europea, para que engordara.
Le he consultado a mi amigo José Antonio, veterinario, si sabiendo dónde se ha comprado el filete, se puede saber si estaba infectado y porqué. Me ha contestado que entre los veterinarios y ganaderos existe la Trazabilidad, que consiste en el seguimiento de un animal desde que nace hasta que se vende, en trozos, en una carnicería. Por lo tanto, siguiendo el hilo del filete, podemos llegar al animal, y al ganadero, y saber si esta persona administró a su ganado este anabolizante para engordar a los animales.
Ojalá que todo se aclare, y quede demostrada la inocencia de este magnífico profesional, como es Alberto Contador.
Después de todo este galimatías, yo me pregunto, si se le ha encontrado esto a un deportista, que cuida su alimentación: "¿Qué estaremos comiendo y bebiendo el resto de los mortales?
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