El periódico Jaén cumple 70 años. Para celebrar este aniversario, ha pedido a sus colaboradores y amigos un pequeño artículo que tengo algo que ver con Jaén. Yo he escrito lo siguiente:
Jaén es tierra visitada por santos: Santa Teresa, S. Juan de la Cruz, San Juan de Ávila, etc. A veces pensamos que los santos son personas que están alejados de sus paisanos, y están recluidos en sus casas, conventos o monasterios. Pero no es así, los santos han sido personas como nosotros, que se han relacionado con los demás. Me viene a la cabeza el caso de Santa Teresa de Jesús, que viajó por media España fundando conventos.
San Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei, llevado por su afán de almas, viajó mucho. Recorrió casi toda Europa y los países de habla hispana de América. Donde iba, era tanta la gente que le quería oír, que se organizaban catequesis multitudinarias.
Escrivá estuvo en Jaén el martes, 2 de abril de 1945, para visitar al obispo de nuestra diócesis, don Rafael García y García de Castro. El prelado no se encontraba en nuestra ciudad, y no pudieron verse. Antes de la visita, San Josemaría desayunó en el bar Ideal, en la Plaza de las Palmeras.
Otra vez que el fundador del Opus Dei estuvo en nuestra provincia fue el 3 de Mayo de 1967, había salido de Madrid, e iba de camino hacia Jerez de la Frontera. Al llegar a La Carolina, él y sus acompañantes pararon a comer en el restaurante La Perdiz. El ayuntamiento de La Carolina, después de la beatificación de San Josemaría, le dedicó una calle, como recuerdo de su paso por la ciudad.
En el año 1972 recibió en Jerez a un grupo de miembros del Opus Dei de Andalucía, allí en una tertulia familiar, uno de ellos, que era de Jaén le dijo: -“Padre en Jaén…”. San Josemaría le interrumpió con una sonrisa, y le dijo: -“En Jaén donde resido” y su interlocutor continuó: -“vive don Lope de Sosa…”
Me cuenta un amigo, que una vez que se dirigió a San Josemaría al manifestarle que era de Jaén, le dijo: “¿Todavía seguís roncando?”.
Son unos ejemplos de la relación de San Josemaría con nuestra tierra, y con nuestra gente.
1 comentario:
Simpático y amable recuerdo que hace ver la cercanía de los santos. Tuve la fortuna de conocer a San Josemaría y era un hombre tremendamente humano porque era un hombre de Dios. Y Dios no destruye lo humano, sino que le da su más hondo sentido y lo purifica cuando es necesario
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