El curso escolar está dando ya la últimas "boqueadas", nos queda escasamente seis días de clase, o mejor, de exámenes, y los alumnos tendrán las merecidas vacaciones de verano.
Respecto a los que dicen que los profesores tenemos muchas vacaciones, decirles que no estoy de acuerdo, que no es cierto, pero ese es tema de otra Colmena.
Ayer se presentaron a las oposiciones de maestro de Infantil y Primaria de la Junta de Andalucía alrededor de 36.000 personas en nuestra comunidad autónoma, 4000 son de nuestra provincia. Las plazas que se han convocado en toda nuestra comunidad son 3796 plazas, casi los mismos que se han presentado en Jaén.
Son personas, que su gran ilusión, es superar los exámenes con buena nota y conseguir una plaza de docente.
Buscando información para este artículo he encontrado este comentario en un diario digital de nuestra provincia: "Espero que aprueben los mejores. Los más preparados, los que tengan más vocación, los que tengan fe en que según sean los maestros y profesores de nuestros hijos así será el futuro de nuestra sociedad. Un mal maestro es una lacra, y eso no lo depura aprobar una oposición. Y que no haya enchufes, que sé que se buscan en los tribunales. Por eso creo que los tribunales de la oposiciones nunca deberían ser de la provincia. Ojo a todos los opositores con los enchufados. Sabed que los hay, y que tenéis que estar alerta". Posiblemente tenga razón el que ha escrito este comentario, pero para que un profesor o maestro pueda realizar su trabajo a parte de estar muy bien formado, y tener vocación profesional, creo que los padres de los alumnos juegan un papel muy importante en la educación de sus hijos. Los padres son los verdaderos educadores, los profesores colaboramos con los padres. Ellos no pueden dejar a los hijos en manos de los profesores, y despreocuparse.
El sábado el vicepresidente del gobierno, Alfredo, hizo unas declaraciones en las que proponía el MIR para los profesores. ¡Volvemos a lo mismo! No sé si me explicaré, voy a intentarlo. Un médico que ha pasado el MIR cuando se incorpora a trabajar, el enfermo está a su favor. Lo que le diga lo hará a "pie juntillas", porque ve que le irá bien para su salud. Los profesores con MIR o sin MIR tendrán enfrente a alumnos motivados, en la mayoría de los casos; y desmotivados en una pequeña parte, para los cuales el MIR no le sirvirá de nada.
¡Cómo se nota que los políticos están muy lejos del pueblo llano!
¡Buenas tardes! y suerte para los 4000 paisanos que se han presentado a la oposición.
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