Hace meses leyendo una revista cultural recomendaban un libro, además la crítica la hacía un autor que me es de entera confianza. El libro en cuestión se llama: "El tiempo entre costuras" de la autora María Dueñas.
Cuando pude, al poco tiempo, acudí a la librería y adquirí la novela, que la tenían en la sección de novedades. Comencé a leerla y me enganchó, la verdad es que a la mínima que tenía un ratito libre agarraba la obra para gozar de su lectura.
Pasados unos días la acabé, y me sentí lleno de satisfacción porque me gustó mucho, y me pareció una obra interesante y a la vez enriquecedora.
Hablando con un compañero de trabajo le manifesté mi alegría por la novela que acababa de leer. Me la pidió, porque mis argumentos le habían gustado. Al día siguiente ya la tenía entre sus manos, porque yo quería que disfrutara como yo había disfrutado con su lectura.
A los 4 ó 5 días me la devolvió, y me dijo que le había torrado y que no le gustaba. Me extrañó un poco, pero dije:-"Posiblemente yo esté equivocado".
Fue pasando el tiempo, como en la novela, y veo que "El tiempo entre costuras" es una de las obras más leídas según diferentes revistas culturales. Eso me llenó de alegría, y me hizo pensar que yo no soy el único que le gustaba la novela.
Un día iba por nuestro Jaén y me encontré a una señora joven, que llevaba el libro entre sus manos. Vencí los respetos humanos, la paré, y le dije que yo había leído esa novela, y que me había gustado. La señora, sin extrañarse de nada, me miró y me manifestó lo mismo que yo le había dicho. Me dijo que no podía pararse porque iba al Parque, que allí estaba la autora de la obra, María Dueñas, y que quería que se la dedicara.
El argumento es el siguiente: La joven modista Sira Quiroga abandona el Madrid convulso de los meses previos al alzamiento, arrastrada por el amor desbocado hacia un hombre a quien apenas conoce. Con él se instala en Tánger, una ciudad exótica y vibrante donde todo puede suceder. Incluso la traición.
Sola, desubicada y cargada de deudas ajenas, Sira se traslada accidentalmente a Tetuán, capital del Protectorado Español en Marruecos. Espoleada por la necesidad de salir a flote, con argucias inconfesables y gracias a la ayuda de nuevas amistades de reputación un tanto dudosa, forjará una nueva identidad, y logrará poner en marcha un selecto taller de costura en el que atenderá a clientas de orígenes lejanos y presentes insospechados.
A partir de entonces, con la contienda española recién terminada, y los ecos de la guerra europea resonando en la distancia, el destino de Sira queda ligado al de un puñado de carismáticos personajes que la empujarán hacia un inesperado compromiso, en el que las artes de su oficio ocultarán algo mucho más arriesgado.
El hilo conductor de la trama de la novela es pura ficción, pero el transfondo de la misma es fielmente histórico y algunos de los personajes que circulan por ella existieron en su día con las mismas glorias y miserias con las que se mueven entre las páginas.
Para la construcción del entramado histórico y la recreación de aquellos personajes reales que ya dejaron de existir, la autora se ha servido de múltiples fuentes documentales: memorias, biografías, trabajos históricos, artículos académicos, etc.
Cuando pude, al poco tiempo, acudí a la librería y adquirí la novela, que la tenían en la sección de novedades. Comencé a leerla y me enganchó, la verdad es que a la mínima que tenía un ratito libre agarraba la obra para gozar de su lectura.
Pasados unos días la acabé, y me sentí lleno de satisfacción porque me gustó mucho, y me pareció una obra interesante y a la vez enriquecedora.
Hablando con un compañero de trabajo le manifesté mi alegría por la novela que acababa de leer. Me la pidió, porque mis argumentos le habían gustado. Al día siguiente ya la tenía entre sus manos, porque yo quería que disfrutara como yo había disfrutado con su lectura.
A los 4 ó 5 días me la devolvió, y me dijo que le había torrado y que no le gustaba. Me extrañó un poco, pero dije:-"Posiblemente yo esté equivocado".
Fue pasando el tiempo, como en la novela, y veo que "El tiempo entre costuras" es una de las obras más leídas según diferentes revistas culturales. Eso me llenó de alegría, y me hizo pensar que yo no soy el único que le gustaba la novela.
Un día iba por nuestro Jaén y me encontré a una señora joven, que llevaba el libro entre sus manos. Vencí los respetos humanos, la paré, y le dije que yo había leído esa novela, y que me había gustado. La señora, sin extrañarse de nada, me miró y me manifestó lo mismo que yo le había dicho. Me dijo que no podía pararse porque iba al Parque, que allí estaba la autora de la obra, María Dueñas, y que quería que se la dedicara.
El argumento es el siguiente: La joven modista Sira Quiroga abandona el Madrid convulso de los meses previos al alzamiento, arrastrada por el amor desbocado hacia un hombre a quien apenas conoce. Con él se instala en Tánger, una ciudad exótica y vibrante donde todo puede suceder. Incluso la traición.
Sola, desubicada y cargada de deudas ajenas, Sira se traslada accidentalmente a Tetuán, capital del Protectorado Español en Marruecos. Espoleada por la necesidad de salir a flote, con argucias inconfesables y gracias a la ayuda de nuevas amistades de reputación un tanto dudosa, forjará una nueva identidad, y logrará poner en marcha un selecto taller de costura en el que atenderá a clientas de orígenes lejanos y presentes insospechados.
A partir de entonces, con la contienda española recién terminada, y los ecos de la guerra europea resonando en la distancia, el destino de Sira queda ligado al de un puñado de carismáticos personajes que la empujarán hacia un inesperado compromiso, en el que las artes de su oficio ocultarán algo mucho más arriesgado.
El hilo conductor de la trama de la novela es pura ficción, pero el transfondo de la misma es fielmente histórico y algunos de los personajes que circulan por ella existieron en su día con las mismas glorias y miserias con las que se mueven entre las páginas.
Para la construcción del entramado histórico y la recreación de aquellos personajes reales que ya dejaron de existir, la autora se ha servido de múltiples fuentes documentales: memorias, biografías, trabajos históricos, artículos académicos, etc.
"El tiempo entre costuras" una novela que les recomiendo para olvidarse de los problemas, y descansar leyendo.
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