Es mucho lo que se podría decir de la selección española de su paso por el mundial. Pero me quiero quedar con dos, que todo el mundo conoce, y por lo tanto, no voy a descubrir la piedra filosofal.
La primera, el trabajo de equipo. No ha sobresalido ningún jugador, incluso ellos mismos hablaban de equipo cuando los periodistas elogiaban a algún miembro de la selección.
La segunda, la idea de España. Todo el mundo ha vibrado, como una sola persona, con la selección española. Sólo hay que ver los informativos y los periódicos de estos días.
Destacar también el trabajo de Del Bosque, y la falta de deportividad de los holandeses, que al final tuvieron que aceptar su derrota ante el buen juego de los españoles.
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