Comentario para el programa "Hoy por Hoy" de Radio Jaén de la Cadena Ser.
El pasado fin de semana hice una pequeña excursión por Sierra Mágina. Somos un pequeño grupo de amigos, que siempre que podemos, nos escapamos algún fin de semana para disfrutar de nuestra afición. La verdad, es que hasta el sábado pasado todo muy bien. Habíamos hecho toda clases de excursiones cortas, más extensas, largas, etc, pero nunca habíamos tenido incidentes graves.
En la última nos propusimos hacer tres picos de Sierra Mágina: La peña de Jaén, el pico Mágina y volver a nuestro punto de salida por el Miramundo. Nuestro primer objetivo se cumplió, así como el segundo. Pero el problema lo tuvimos con el tercero, fue imposible; es más, nos perdimos. Lo que en circunstancias normales hubiera durado cinco horas, a nosotros nos costó casi el doble.
Gracias a Dios, después de mucho caminar, pudimos volver a nuestro punto de encuentro, donde teníamos los coches. Después de recuperar fuerzas, nos volvimos cada uno a nuestra casa, y yo pensando lo mal que lo habíamos pasado.
Estando en casa, empecé a darle vueltas a todo lo acontecido. Éramos cuatro personas que lo habíamos pasado muy mal, y nadie de los que están a nuestro alrededor se había enterado. Lo supieron después, porque cada uno lo había contado.
Con todo esto quiero hacer una llamada para reflexionar sobre las personas que están a nuestro alrededor: vecinos, amigos, familiares, que con esta situación económica no tienen recursos y están perdidos sin que nadie les pueda echar una mano.
Me estoy refiriendo a los 4,800.000 parados que hay en España, al millón de parados que hay en Andalucía, a los 47.169 parados en la provincia de Jaén y 9.900 en la capital, las cifras más altas registradas en la primera década del siglo XXI.
El pasado fin de semana hice una pequeña excursión por Sierra Mágina. Somos un pequeño grupo de amigos, que siempre que podemos, nos escapamos algún fin de semana para disfrutar de nuestra afición. La verdad, es que hasta el sábado pasado todo muy bien. Habíamos hecho toda clases de excursiones cortas, más extensas, largas, etc, pero nunca habíamos tenido incidentes graves.
En la última nos propusimos hacer tres picos de Sierra Mágina: La peña de Jaén, el pico Mágina y volver a nuestro punto de salida por el Miramundo. Nuestro primer objetivo se cumplió, así como el segundo. Pero el problema lo tuvimos con el tercero, fue imposible; es más, nos perdimos. Lo que en circunstancias normales hubiera durado cinco horas, a nosotros nos costó casi el doble.
Gracias a Dios, después de mucho caminar, pudimos volver a nuestro punto de encuentro, donde teníamos los coches. Después de recuperar fuerzas, nos volvimos cada uno a nuestra casa, y yo pensando lo mal que lo habíamos pasado.
Estando en casa, empecé a darle vueltas a todo lo acontecido. Éramos cuatro personas que lo habíamos pasado muy mal, y nadie de los que están a nuestro alrededor se había enterado. Lo supieron después, porque cada uno lo había contado.
Con todo esto quiero hacer una llamada para reflexionar sobre las personas que están a nuestro alrededor: vecinos, amigos, familiares, que con esta situación económica no tienen recursos y están perdidos sin que nadie les pueda echar una mano.
Me estoy refiriendo a los 4,800.000 parados que hay en España, al millón de parados que hay en Andalucía, a los 47.169 parados en la provincia de Jaén y 9.900 en la capital, las cifras más altas registradas en la primera década del siglo XXI.
La semana pasada el director de Cáritas de Jaén, que como todos sabemos es un organismo o instrumento de la Iglesia Católica para ejercer la caridad, hacía unas declaraciones que nos tienen que hacer pensar a todos si estamos ayudando a los que están a nuestro alrededor.
Rafael López decía que en nuestra capital, en el último ejercicio se han atendido en Cáritas a 21.200 personas, 6.200 más que en el año 2005, por ejemplo.
También argumentaba que la crisis está afectando sobre todo a las clases medias, son las que la crisis les ha cogido más de lleno: desalojos, hipotecas, préstamos, etc.
El director de Cáritas en Jaén hablaba del comedor de San Roque, donde se sirven 90 comidas diarias, y también de las personas que ayudan en esta labor tan bonita, los voluntarios de Cáritas.
Un amigo me decía hace unos meses que toda esta labor callada de Cáritas no salía en la prensa, no es noticia; ahora si algún miembro de la Iglesia saca los pies del plato, eso sí que va a la primera página de todos los periódicos.
Miremos a nuestro alrededor, seguro que encontraremos a alguien que necesita de nuestra ayuda, y si le ayudamos sentiremos algo muy especial en nuestro corazón, porque hemos dejado nuestro egoísmo aparcado por un momento.
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